domingo, 27 de diciembre de 2009

Deseo conceptual, excitación en paralelo.

Mengua la ciudad el oscuro lecho de la vida, ella que es infinita y periforme, ella que sólo ve las sombras y los recuerdos, me despedí con un beso en la mayor de las atalayas; respiro la delicada luz de los paseos navideños y con temor acaricio el bienestar de un ayer.

Hoy no es diferente, solo las nubes cambian, cada año los polos se mueven unos grados, hoy la noche cambian las sedas por los hilos de saliva.

Deseo el partir a mi exilio y no saber nada mas, deseo ser uno solo, morir y tener placer solo o en su caso comprado, pero a precio razonable.

Si el deseo sexual aumenta no pienso solo actúo y creo que eso me ha metido en miles de problemas, pero ese no es el caso. Amo la delicada ternura de pagar por ti, de tener que estrechar mi cartera con tus muslos y saciar el hambre de tu tiempo con embestidas salvajes. Y todo para que al paralelo pienso no en sexo, sino en como recuperar mi dinero.