jueves, 22 de octubre de 2009

Lullaby II

Canta junto a mi:

Sondeo la noche con el pueril de mis lamentos

muriendo las hadas copulan entre cigarras,

la lluvia de recuerdos futuros eriza el mausoleo de tu vientre,

los ojos miel, salen a jugar con la canción del fuego.

La noche es el hábito de los celtas, es poco tiempo para vivir rumiando.

 

Cuento las constelaciones que me enseñabas

las cuento en deterioro, mientras luciérnagas

llevan de la mano mi corazón sin latir.

 

Miro la ensenada, tomo un pez, muerdo la cabeza y sueño con el

oropel de un ayer.

No encuentro la dicha de no tenerte y menos la garua de risas

de si tenerte.

Eres la única en no jugar conmigo y la verdadera lástima de mi vida.

 

Una cancion de cuna es el final de mi amor por vos, de mi lamento

por tus ropas sin jirones y muñecas libres de dientes.

Terminar con el deleite de una luna carcomiendo mi ser.

Oigo como cruje la piel, siento las cenizas en mi sangre,

regreso al final de mi existir, después de vagar por un mundo

simple.

 

Canta la guadaña, la muerte de un pecador

cantan las niñas, la vida de un ladino

cantan los minutos la culpa de tenerte…